martes, 12 de febrero de 2013

AUDICIONES RECOMENDADAS


                                  
DE GIOACHINO ROSINI


El barbero de Sevilla es una ópera bufa en dos actos con música de Gioachino Rossini  y libreto en italiano de Cesare Sterbini, basado en la comedia del mismo nombre  de Pierre-Augustin de Beaumarchais.

El estreno tuvo lugar el 20 de febrero de 1816, en el Teatro Argentina, Roma. Fue una de las primeras óperas italianas que se representó en los Estados Unidos de América, estrenándose allí en el Park Theater de Nueva York el 29 de noviembre de 1825.

                                         

Curiosidades:
  • En España se estrenó en 1818, en el Teatro de la Santa Cruz de Barcelona.
  • Su conocidísima obertura de carácter alegre y chispeante había sido utilizada por el compositor como obertura de dos óperas anteriores.
  • La primera representación fue un fracaso desastroso: la audiencia silbó y abucheó. La segunda interpretación se convirtió en un sonoro éxito.
  • En el estreno ocurrieron varios accidentes en escena. Uno de los cantantes dio un paso en falso y cayó en medio del escenario causando la burla de todos y a uno de los músicos se le rompió una cuerda de su instrumento y por si todo esto fuera poco, de improviso un gato dio un salto y apareció en el escenario.

Arias destacadas:


 Argumento
La trama tiene lugar en Sevilla en el siglo XVII.
Acto I: Plaza enfrente de la casa del doctor Bartolo, en Sevilla                     

En una plaza pública en las afueras de la casa del viejo doctor Bartolo, una banda de música y un pobre estudiante llamado Lindoro están dando una serenata, sin resultado, ante la ventana de Rosina. Rosina es una pupila del doctor y éste quiere casarse con ella. Lindoro, quien en realidad es el joven Conde Almaviva disfrazado, espera conseguir que la bella Rosina le ame por sí mismo y no por sus títulos o su dinero. Almaviva paga a los músicos cuando se marchan, quedando él entristecido y solo.
Fígaro, que presume de ser el barbero más famoso de Sevilla y de que eso le abre todas las puertas, se acerca cantando (Aria: Largo al factotum della città - "Abrid paso al factótum de la ciudad"). Aprovechando que Fígaro fue en el pasado sirviente del Conde, éste le pide ayuda para encontrarse con Rosina, ofreciéndole dinero en caso de que logre arreglarlo. Fígaro aconseja al Conde que se disfrace de soldado borracho, para que le sirva de pretexto para que el doctor Bartolo le dé alojamiento en su casa. Fígaro es generosamente recompensado por esta sugerencia.

Casa del doctor Bartolo

La escena comienza con la cavatina de Rosina: Una voce poco fa - "Una vocecita hace poco". Rosina escribe una carta a Lindoro. Conforme está abandonando la habitación, entran el Dr. Bartolo y D. Basilio, un profesor de música. Éste le cuenta sobre la llegada a Sevilla del conde de Almaviva enamorado en secreto de Rosina. Bartolo sospecha del Conde y pretende firmar el acta de casamiento con Rosina ese mismo día, y Basilio le aconseja que se quite de en medio al conde creando rumores falsos sobre él (esta aria, La calunnia è un venticello - "La calumnia es un vientecillo").
Cuando los dos se han ido, entra Fígaro a la casa y se entrevista con Rosina. Fígaro le pide a Rosina que escriba una carta a Lindoro y que Fígaro le hará llegar a Lindoro. Aunque sorprendida por Bartolo, Rosina consigue engañarlo, pero sigue sospechando. (Aria: A un dottor della mia sorte - "A un doctor como yo").
Conforme la sirviente del Dr. Bartolo, Berta, intenta abandonar la casa, se encuentra con el Conde disfrazado de soldado ebrio. Temiendo a este borracho, Berta se apresura a acudir donde Bartolo en busca de protección e intenta alejar al supuesto borracho, pero no lo logra. El Conde consigue unas palabras con Rosina, susurrándole que es Lindoro y entregándole una carta. El vigilante Bartolo sospecha y exige saber qué es esa pieza de papel en las manos de Rosina, pero ella le engaña entregándole la lista de la lavandería. Bartolo y el Conde empiezan a discutir y, cuando Basilio, Fígaro y Berta aparecen, el ruido atrae la atención del oficial de la guardia y sus hombres. Bartolo cree que el Conde ha sido arrestado, pero Almaviva sólo tiene que mencionar su nombre al oficial para quedar en libertad. Bartolo y Basilio están asombrados, y Rosina se burla de ellos.

Acto II


La trama tiene lugar en Sevilla en el siglo XVII
Almaviva de nuevo aparece en casa del doctor, esta vez disfrazado como alumno de canto y pretendiendo actuar como un sustituto de su supuestamente enfermo maestro Basilio, el habitual maestro de música de Rosina. Inicialmente, Bartolo sospecha, pero permite a Almaviva entrar cuando el conde le da la carta de Rosina. En ella describe el plan de Bartolo de desacreditar a Lindoro quien él cree que es un sirviente del Conde que pretende conseguir mujeres para su amo. Para no dejar a Lindoro solo con Rosina, el doctor Bartolo hace que Fígaro le afeite.       
Cuando Basilio aparece de repente, le sobornan con una bolsa de Almaviva para que se finja enfermo. Finalmente Bartolo detecta el truco, echa a todo el mundo de la habitación y se apresura a ir a un notario para redactar el contrato de matrimonio entre él y Rosina. También muestra a Rosina la carta que ella escribió a "Lindoro", y la convence de que Lindoro es meramente un servidor de Almaviva.
La escena queda vacía mientras la música crea una tormenta. El conde y Fígaro suben por una escalera hasta el balcón y entra en la habitación por la ventana. Rosina muestra la carta a Almaviva y expresa sus sentimientos. Almaviva revela su identidad y los dos se declaran su amor. Mientras Almaviva y Rosina están absortos el uno en el otro, Fígaro les urge que se marchen. Se oye a dos personas que se acercan a la puerta, e intentando escapar por la escalera, se dan cuenta de que la han quitado. Los dos que se acercan son Basilio y el notario y Basilio tiene que elegir entre aceptar un soborno y ser testigo o recibir dos balas en la cabeza (una elección fácil, dice él). Él y Fígaro firman como testigos el contrato de matrimonio entre el conde y Rosina. Bartolo entra pero es demasiado tarde. El aturdido Bartolo (que era quien había quitado la escalera) queda tranquilo cuando le permiten quedarse con la dote de Rosina.


ENLACES
Si quieres escuchar algunas de las melodías más conocidas de esta ópera aquí tienes unos enlaces interesantes:
·Magnífica interpretación de Cecilia Bartoli de Una voche  poco fa
·Extraordinaria interpretación del bajo Robert Lloyd, La calunnia è un venticelo.